Codependencia ¿Afectará este tema dentro de la oficina?

La diversidad empresarial, las exigencias del mundo globalizado, así como la competencia profesional, son factores importantes que marcan la trayectoria, ambiciones y muchas veces la capacidad del capital humano que conforma nuestras empresas.

Pero este capital no sólo es eso, el cumulo de sus talentos, capacidades y habilidades. Sino también el esfuerzo que ponen todos los días para llegar al trabajo, el nivel de compromiso que le imprimen a cada una de sus tareas o proyectos, la disponibilidad de convivir con otras personas que podrían ser de su agrado o no, esto sin contemplar que todos tenemos temas personales que resolver en casa y con nosotros mismos.

Cuidar de capacitar a nuestro personal en mejorar y desarrollar sus capacidades profesionales siempre será un plus de ganancia para ellos y nuestro negocio, pero qué pasa si le invertimos al ser humano…

Es importante en la actualidad conocer la salud de nuestro personal y con ello también crear oportunidades para mejorarla, sabiendo que esto además de impactar en sus vidas, traerá consecuencias en la actividad comercial-empresarial que realice, como ya lo había mencionado. Y por ello me parece que la codependencia puede ser un tema que aporte muchísimo, ya que es un factor que no sólo se da a nivel pareja, sino en la relación de jefe-subordinado, que puede estarnos causando rotación o problemas más graves a nivel legal.

Primero sería importante definir que es la codependencia, para poder entender como esto se da en una relación de pareja o de poder, y como puede llegar a afectar a cada ser humano.

La codependencia es, cuando la persona realiza conductas y comportamientos que le hacen daño por evitar el abandono o enojos de su pareja, amigos, familiares, compañeros de trabajo, jefes y otros. Sin embargo, no se nace así.

Esto comienza cuando los padres coartan la libertad de elección de los hijos, donde no le dan cabida a experimentar y tomar lo que a ellos les agrada, ejecutando lo que sus cuidadores le elijan por temor al enojo, abandono, rechazo e incluso perdida del amor y protección de los seres que el infante ama, y sí, en búsqueda de la aceptación. Al llegar a la edad adulta la codependencia será la manera de sostener una relación ya que es la única forma que aprendió.

Ahora bien, para que esto suceda (y es lo más común del mundo) la persona se va a relacionar con otra, que también es codependiente. Ambos están en una relación donde viven sin autonomía, sin diferenciación el uno del otro, no hay claridad de lo que uno quiere y comienzan a fijarse en lo que el otro hace para complementarse.

Son personas, que regularmente escogen pareja por sentirse no en la soledad, uniéndose al primero que se acerca, o que acepta. Pueden incluso no dejar un trabajo o no denunciar a un jefe que les maltrata o abusa de alguna forma de ellos, por temor al ridículo, a perder su trabajo o a ser terriblemente juzgados.

Lo anterior, puede ser muy dañino, pues las personas con codependencia terminarán haciendo cosas que pueden lastimar su integridad, trayectoria y forma de vida.

Si lo llevamos al campo laboral, la codependencia implicaría el sostener una relación de poder tipo amo-esclavo con jefes y/o subordinados, en el que podría llegar a dibujarse la violencia e incluso la transgresión de los derechos humanos.

Y el problema más severo, podría radicar en generar ambientes de acoso sexual o laboral que podría estar solapado en apariencia, por el simple hecho de no haber sido denunciado.

No es fácil establecer límites entre lo esperado por el puesto que ocupa y sus actividades y aquello que le lleva al estrés extremo y que no es parte de sus funciones.

Por tanto, muchas personas suelen entablar relaciones de trabajo sin límites o con un alto riesgo con tal de no estar solas o de ser reconocidas, por lo que incluso son incapaces de romper esta relación toxica. Y esto mismo puede ser replicado en casa, pueden ser abusados o abusadores de aquellos con los que conviven en el interior su hogar.

Con lo anterior es importante destacar que las personas que padecen de codependencia suelen sostener relaciones frustrantes, pues no saben cómo decir que “No”, son de los que ayudan y luego están obligados a cumplir con esa tarea, intentan demostrar que son parte del equipo comprando el desayuno para todos, o festejando el cumpleaños de todos y nunca el suyo. Todo lo anterior porque secretamente quieren ser valorados y dependen del aprecio y aceptación de la gente que les rodea.

Podemos entonces concluir que una persona codependiente confunde el amor, la amistad, la aceptación con necesitar no estar solo, y mantener una relación así impide crecer como personas y disfrutar de una vida sana.

¿Cómo podemos evitar que lo anterior permee a la empresa y nos veamos involucrados en relaciones poco sanas con nuestro personal?

• Definir claramente las funciones y actividades de cada puesto.

• Evaluar a las personas que crecerán jerárquicamente, para conocer de su inteligencia emocional y su capacidad para distinguir situaciones de trabajo de las de carácter personal.

• Crear un ambiente en el que sea posible el dialogo y la apertura a quejas anónimas.

• Brindar campañas de salud, que puedan ir acompañadas de pláticas o alianzas con especialistas de la salud mental que puedan intervenir con frecuencia en las evaluaciones referentes a la cultura y desarrollo organizacional.

Sin embargo, es importante recordar que como empresa podemos dar el primer paso, pero siempre será nuestro capital humano quien tome las decisiones para consigo mismo y lograr sanar sus heridas de la infancia. Tomando en cuenta que alguien codependiente no se siente con la voluntad de poder cambiar esa relación y/o no puede dejar esta relación.

El ideal sería poder decir “Estoy aquí en libertad” y no “Digo si por miedo a la soledad
y/o desempleo”.

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