Artista plástica y pintora, su marca de bolsas artesanales y porta botellas son elaboradas de yute crudo, pintadas a mano.

“Me gusta plasmar mundos de fantasía totalmente fuera de la realidad
para representar vivencias o cuestionamientos personales”.
Una mujer amante de la pintura, que antes de descubrir que su hobby se convertiría en una pasión y una fuente para innovar, la vida le tenía preparada una nueva aventura y un giro de 360 grados.
Nació en la Ciudad de México, pero fue en Cuernavaca donde se enamoró aún más de la vida. Ya establecida, todo transcurría con normalidad con una familia que la amaba y una mujer profesionista.
Las situaciones adversas fueron los motivos más importantes que impulsaron a la artista a entrar de manera profesional en el mundo del arte. Fue entonces que inició a pintar cuadros, primero como terapia, hobbie que realizaba desde de la infancia, después, se dio cuenta que tenía talento y que sentía esa gran pasión por la pintura.
“Sentí un gran empujón en donde ya no había ningún impedimento o limitación para iniciar. ¡Era como mi prueba de fuego! El momento de demostrar mi completo interés por realizar mi sueño, trabajar desde casa, creando cosas nuevas. Ahí la pintura se convirtió en mi terapia, ocupación de tiempo completo, fuente de ingresos y todo para mí”.
Decidió iniciar este largo proceso de conocer nuevas técnicas y desarrollar su capacidad intelectual trabajando para el arte, y así plasmar en una obra lo que quiere expresar y comunicar acerca de sus emociones, creencias y pensamientos más profundos.
Para Gisela su emprendimiento fue una superación ante los problemas que en ese momento atravesó física y emocionalmente, aunado a la llegada de la pandemia, fecha en la que la pintura y las bolsas de yute tomaron fuerza y las ventas incrementaron, tanto que la artista vende retratos, paisajes y accesorios o cualquier otro producto que pueda realizarse con yute.
En su colección destacan los árboles, que son para ella como un símbolo de fuerza y vitalidad.
Considera que el arte y el dibujo sirven para desarrollar la concentración, para desarrollar la observación a detalle, estimular los dos hemisferios del cerebro, además de ser un medio de expresión y comunicación.
