La verdadera abolición de la esclavitud laboral
Muchos cambios se han presentado a lo largo de la abolición de la esclavitud del pueblo mexicano en 1813, donde justamente se pretendía la igualdad entre los trabajadores y quienes les “contrataban”. No es un secreto que en aquellos años existía un abuso exacerbado por parte de hacendarios, patrones y todo aquel que tenía trabajadores a su cargo.
Y pues sí, con el paso del tiempo se crearon horarios concretos de trabajo, con cierto número de horas a trabajar la semana, con un salario mínimo a pagar reglamentado y otras condiciones que pretendían defender y honrar en justicia a los trabajadores. Misma que hoy conocemos como la “Ley federal del trabajo”.
Sin embargo, lo anterior no ha llevado al pueblo mexicano a vivir en plenitud el área laboral.
Si bien la forma en la que hoy contratamos y trabajamos, dista mucho de aquellos días previos a la independencia de México. Existen muchas prácticas dentro de empresas y organizaciones que dejan mucho que desear en cuanto a un trato digno, respetuoso y con una filosofía de ganar-ganar.
Claro que han existido muchos cambios, la forma en la que hoy se trabaja no es del todo caótica, además de que la aparición del área de RRHH que procura o debería ser un mediador entre la empresa y el trabajador, ha logrado cierto equilibrio que en ocasiones no lo es tanto. Y, por ello, a pesar de los cambios que abruptamente han ocurrido durante los últimos años, a veces pareciera que aún han quedado vestigios de la “abolida” esclavitud…
No sé si a ti te toco ver a algún ser querido o experimentar en carne propia el levantarte todos los días cansada y sin ganas de ir a cumplir con un trabajo que no te agradaba, a ver las mismas caras todos los días, las mismas actividades rutinarias que se repetían una y otra vez por al menos unos 35 o 40 años.
Buscando generar antigüedad, talvez soñando con algún ascenso después de algunos años de experiencia en el área, aguantando malos tratos ya que algunos jefes consideraban que “el trabajo es trabajo y como cuesta trabajo, pues no es para que sea divertido, sino cumplido”…provocando que muchas personas se convertirán únicamente en números en una nómina altamente sustituibles, situación que además era echada en cara cada que se buscaba exigir derechos o una mejora a las condiciones laborales.
Las habilidades, la experiencia, los estudios, las características de personalidad y otros no eran factores considerados para elegir personal e incluso parecían no ser importantes para definir como estaría compuesto el organigrama, por lo tanto, solo se validaban las ausencias, retrasos, horas extras, años laborados, obediencia y similares para tener o no una exitosa trayectoria laboral.
Y qué tiene que ver todo lo anterior con el Smart Working y el Home Office, te preguntarás…y es que, sencillamente se trata justo de seguir mejorando tanto las condiciones laborales, como el talento y capacidad ofrecida a los empleadores.
Verás, hoy día es posible trabajar desde donde sea. Esto lo comprobamos a la fuerza, como ya lo hemos venido hablando, tras la pandemia por Covid-19. Y como también hemos revisado, el Home Office maximizó la “esclavitud moderna” poniendo en evidencia las deficiencias de liderazgo de los mandos medios de muchas empresas. (lo puedes revisar en el artículo “La realidad del Home Office” pagina 14 de la edición “Mujeres unidas trabajando” https://mujeryempresa.mx/unidas-trabajando/). Motivo por el cual es indispensable crear estrategias que se mantengan en la mejora continua del ámbito laboral.
El Home Office (que en muchas empresas llegó para quedarse) permite que se pueda contratar a cualquier persona sin importar la ubicación, logrando que cada vez más empresas contraten personal de mayor calidad a nivel mundial, elevando a la vez la competencia entre profesionales.
Pero al mismo tiempo orillando a que los descansos sean escasos o limitados, pues la diferencia de usos horarios obliga a trabajar a algunos a deshoras para poder coincidir con los horarios laborales de otros, ha borrado los horarios y horas a trabajar a la semana, estipulado por la “Ley Federal de trabajo”, por mencionar algunos abusos de los empleadores.
Y a pesar de ello, se ha comprobado que el Home Office posee muchísimas ventajas tanto para la empresa como para los colaboradores. Por ello es una figura que permanecerá y que debe verse enriquecida. Esto, implementado el Smart working.
Quizá con lo anterior, estaremos muy cerca de lograr el ideal de igualdad que Morelos proclamó tras la “abolición de la esclavitud”.
Pero, ¿Qué es el Smart Working?
El Smart Working, de acuerdo con Silvia Zanella (Autora del libro “El futuro del trabajo es femenino. 2021) “…es la posibilidad de dar a los empleados flexibilidad y autonomía en la elección de horario y lugar de trabajo, con herramientas digitales para el trabajo móvil.” Implementado desde el 2020 en Italia, de acuerdo con Zanella (2021).
Y te preguntarás, entonces que diferencia tiene con el Home Office, si bajo esta estructura tampoco se trabaja en un lugar fijo. He aquí, el Smart Working pretende dar flexibilidad y autonomía al colaborador no solo de trabajar vía remota sino de elegir trabajar cuando éste desee hacerlo.
Si ya sé que suena a una locura en Latinoamérica, pues no es un secreto que en los últimos años muchos RRHH consideran que cada vez es más difícil contratar personal que se comprometa y se ponga la camiseta.
Lo que no consideran estos empleadores, es que están entregando un formato desactualizado a sus candidatos, un formato que les quiere orillar a entregar su vida entera en un contrato, dejando de lado la calidad de vida de la persona a contratar… ¿Y quién querría eso, en un mundo en el que ya te puedes contratar en el extranjero con mejores condiciones laborales o donde hay otras miles de opciones para generar ingresos sin sacrificar todo tu día durante toda la semana?
Además de que bajo la vieja escuela de que “el trabajo no es para disfrutarse” no son consideradas las pasiones, gustos y deseos del personal a contratar, ya ni siquiera con la idea de complacerle, sino de saber si está en la empresa adecuada para generar la permanencia, y se contrata solo para cubrir los números…
Pero te has puesto a pensar, en la gente que ama lo que hace y lo haría aún sin paga. ¿Qué crees que pasaría si contratas personal que le apasione la actividad para la cual le estás contratando? …Además de que harás una contratación inteligente, muy seguramente al aplicar la “flexibilidad y autonomía” del Smart Working los resultados de su desempeño serán los esperados o más que los esperados por la organización.
Y he ahí la enorme diferencia con el Home office, como lo hemos llevado hasta ahora. Donde el grillete lo lleva nuestro personal en su Smartphone, en las cámaras en Zoom encendidas durante toda la jornada laboral extendida, vigilante a que siga y siga trabajando, amenazando la conservación de su empleo al no querer regresar a trabajar a la oficina, entre otros.
Ahora, el Home Office operando bajo el Smart Work; permitiría al colaborador lograr las metas, objetivos y resultados requeridos por la organización, dándole el espacio de poder mantener el equilibrio de sus otras esferas personales, logrando así colaboradores más leales, más comprometidos y más satisfechos con su desarrollo profesional.
Esta estructura permitirá restituir la dignidad del trabajo, poniendo a ambas partes en igualdad de condiciones, de responsabilidad y de desarrollo, generando además mayor empleabilidad y por tanto tener más acceso a los mejores talentos del mercado laboral.
Hoy día no es solo la remuneración económica y las prestaciones superiores lo que retiene al talento adecuado. Es el respeto, la lealtad y la congruencia que genera una organización madura, actual y adaptable al constante cambio lo que la hace ¡¡Great place to work!!
El éxito entonces, debería estar centrado en los valores y los resultados finales de cada colaborador, en vez de vincularlo con el tiempo y el espacio físico de gestión.
Y para ello, hay que filtrar muy bien en a quien se contrata y para qué. No solo para completar los números.
¡¡Vamos por el Smart Working!! Vamos a trabajar de manera inteligente.
Por Suhealy Sierra/ Psicóloga clínica y organizacional/ e-mail: psic.suhealy.sierra@gmail.com/Tel: 5531936241 y 5520795089/ Redes Sociales: Facebook: Psic Suhealy Sierra/ LinkedIn: Suhealy Sierra/Whats app: 5531936241