Diana Gabriela León

Diana Gabriela León
El modelo Canvas ayuda a  crear modelos de negocio simplificando cuatro grandes áreas: clientes, oferta, infraestructura y viabilidad económica en un recuadro con 9 divisiones. Un lienzo que puede irse modificando cuando avanzamos en el conocimiento del negocio. Una herramienta que permite diseñar o rediseñar modelos de negocio innovadores y competitivos.

Nunca como ahora existen menos barreras para entrar al mundo de los negocios. Tenemos todos los medios para ofertar nuestros productos o servicios, y venderlos. Inclusive sin necesidad de tener un lugar físico. En la era de Internet y las redes sociales todo parece más fácil.  Pero, ¿Es así realmente? Todo depende, ya que toda esa apertura y esa infinidad de escaparates están igualmente disponibles para todos, y puedes perderte entre la multitud. Lo cierto es que hoy, como antes, no hay negocio que sobreviva sino tiene una estrategia. Una estrategia que te permita conocer  tu propio negocio y desde luego a tus clientes, pero también a la competencia.

¿Cómo lograrlo siguiendo una metodología correcta? Una manera sencilla de lograrlo es poniendo en práctica el  Modelo Canvas.

¿Qué es el Modelo Canvas?

En el año 2004 el emprendedor suizo Alexander Osterwalder  presentó en su tesis doctoral  un completo estudio científico sobre el modelado del negocio en la empresa: términos, conceptos, actores, procesos, investigaciones, entrevistas y  casos de estudio. Cinco años después, Osterwalder publicó el libro “Business Model Generation”, en el que se consolida el modelo Canvas como un método para describir, visualizar, evaluar y modificar modelos de negocio.

Canvas, que en español significa lienzo, es una herramienta visual de gestión estratégica que te ayuda a conocer los aspectos significativos  de tu negocio y cómo se relacionan entre sí. La importancia de este modelo es que en una sola hoja puedes plasmar gráficamente los principales aspectos que involucran al negocio, además de que  gira en torno a la propuesta de valor que se ofrece.

En resumen el modelo Canvas ayuda a  crear modelos de negocio simplificando cuatro grandes áreas: clientes, oferta, infraestructura y viabilidad económica en un recuadro con 9 divisiones. Un lienzo que puede irse modificando cuando avanzamos en el conocimiento del negocio. Una herramienta que permite diseñar o rediseñar modelos de negocio innovadores y competitivos. Utiliza una práctica plantilla que funciona como lienzo en el que puedes colocar post-its o rotular con colores cada acción. Esto te permite modificar lo que quieras, mover acciones, agregar o cambiar ideas y analizar cada paso en la gestión empresarial. Lo simple de la metodología te ayudará a generar una propuesta medible y funcional.

¿Cuáles son las nueve divisiones del modelo Canvas?

Los 9 bloques constan de las características de la empresa a crear, y cada uno de ellos son las herramientas necesarias para que una empresa genere ingresos.

Estos nueve bloques o segmentos debes diagramarlos o mapearlos en un esquema para que los tengas totalmente claros. Si te cuesta trabajo hacerlo es porque hay aspectos que debes analizar o en los que tienes que profundizar.

  1.  Clientes. Segmento de personas u organizaciones a los  que tu empresa va a dirigir los esfuerzos. Características, comportamientos y necesidades de esos clientes potenciales.
  2. Propuesta de valor. Qué es lo que te diferencia de tu competencia. Por qué los clientes elegirían tu producto o servicio sobre el de otros. 
  3. Canales de distribución.  Aquí deberás describir cómo tu negocio va a llegar al segmento de clientes elegido: canales directos, mayoristas, puntos de venta propios  y/o Internet.
  4. Relación con el cliente.  Analiza la relación con tus potenciales clientes. Cómo vas a mantenerlos para lograr el posicionamiento esperado. Cómo será la comunicación, la atención y  el trato post venta. 
  5. Fuentes de ingresos.  Es clave conocer cómo generas ingresos y si el flujo de estos es diario, mensual, variable o estacional. La rentabilidad de tu empresa depende de este conocimiento.
  6. Recursos clave.  Son los activos con los que tu empresa debe contar para crear y mantener tu modelo de negocio: bienes tangibles, maquinaria, local comercial, tecnologías, know-how, recursos humanos, etc.
  7. Actividades clave. Todas y cada una de las actividades que debes llevar  a cabo para que tu propuesta de valor llegue adecuadamente al mercado: Marketing, relaciones comerciales, distribución, producción, etc
  8. Socios clave.  Deberás tener identificada a la red de proveedores y asociados necesarios para llevar adelante el modelo de negocio, considerando que nadie es autosuficiente y una red de contactos es esencial para tener éxito en el mercado.  
  9. Estructura de costos. Son  los costos que la empresa requiere para que funcione el modelo de negocio. Es importante definir la causa del costo y si son fijos o variables, para así optimizar y lograr un modelo más eficiente.

El esquema del modelo Canvas te proporcionará la organización de tu idea emprendedora, haciendo más fácil no solamente que tú la entiendas sino que la puedas comunicar  fácilmente  a tu equipo de trabajo, socios, inversores y proveedores.

Es un método que se adapta a cualquier escenario empresarial, desde pequeñas y medianas empresas hasta grandes organizaciones. Incluso lo puedes aplicar a tu vida personal y organizar tus actividades y proyectos según tus propios objetivos.

En Internet existen diversos sitios desde los cuales puedes descargar la plantilla del Modelo Canvas.  Aquí uno de ellos: 

https://modelocanvas.net/descargar-plantillas-ejemplos/

Por Diana Gabriela León / Periodista, Conferencista y Escritora
Mail: dianagleon@yahoo.com.mx

Trabajando por un bien común

Cuando las cosas cambian y se transforman repentinamente, el adaptarse de manera rápida y efectiva se vuelve imprescindible. La nueva normalidad que estamos enfrentando en todo el mundo ha generado una gran incertidumbre a nivel empresarial, llevado a muchas compañías a tener que reinventarse encontrando no solo nuevas maneras de venta, sino también de trabajo y administración. Y lo más recomendable en estos casos es no gastar toda la energía buscando respuestas afuera, donde todo se está moviendo. Es imprescindible iniciar desde adentro, apoyándose en los recursos humanos para establecer nuevas formas de trabajar que permitan reactivar a la empresa.

Es así como algunas metodologías están cobrando una relevancia muy importante. En esta ocasión hablaremos de la Gestión o Administración por Objetivos, mejor conocida por sus siglas APO.

La APO es una estrategia empresarial que consiste en motivar a los empleados fijando objetivos prácticos y alcanzables, ofreciendo recompensas cuando sean cumplidos. Este modelo administrativo no solo busca llegar a un objetivo final, sino que determina pequeñas metas para ir logrando resultados rápidos y eficaces. Es un método práctico a través del cuál la empresa se vuelve más efectiva ya que permite ir midiendo los logros alcanzados.
El término «administración por objetivos» fue acuñado por Peter Drucker en 1954. Era la época en la que la empresa privada en Estados Unidos sufría una fuerte presión debido a la depresión económica que siguió a la crisis de 1929. En su libro The Practice of Management, Drucker afirma que la cotidianidad lleva muchas veces a olvidar cuáles son los objetivos principales de las organizaciones disminuyendo con esto su productividad.
Uno de los conceptos básicos de esta estrategia establece que los responsables en los diferentes departamentos de la organización deben participar en el establecimiento de metas a la vez que involucran al personal a su cargo. Se ha demostrado que al establecer metas en conjunto los objetivos se cumplen con mayor eficacia.

Es decir, se trata de un sistema de planeación que traza los caminos y cómo recorrerlos, para que cada persona en la organización cumpla con sus objetivos, que en conjunto permitirán el cumplimiento de las metas propuestas.
De tal manera, y para hacer más práctico este sistema de gestión, surgió otro concepto: SMART. Se trata de un acrónimo que además de su significado – inteligente – es conformado por siglas de palabras que nos recuerdan las características inherentes de un objetivo.

Specific (específico)
Measurable (medible)
Achievable (alcanzable)
Result-oriented (orientado a resultados)
Time-limited (fecha límite de ejecución)

Así bien, fijando objetivos SMART se garantiza que todos los colaboradores se comprometan y realmente ofrezcan los resultados esperados.

¿Cómo lograr que una APO sea un estímulo y no un motivo de frustración?

1.- Es imprescindible que exista absoluta transparencia en la manera en que van a calcularse los resultados obtenidos. Es decir, nada debe quedar en la ambigüedad. No solamente debe ser específico el objetivo, también el proceso para llegar a este.
2.- Fijar objetivos reales y no sueños o deseos. Es decir, basarse en análisis reales para definir qué se puede y se debe lograr en un determinado periodo de tiempo.
3.- Responsabilizar al empleado sin importar su nivel para que se sienta parte importante de la empresa y de los resultados.
4.- Crear un canal de comunicación adecuado para mantener una retroalimentación constante entre Líderes-Personal-Líderes.
5.- Evaluar individualmente el desempeño y desarrollo de cada empleado para que este vaya teniendo conocimiento de sus resultados.
6.- Ofrecer motivaciones atractivas como lo pueden ser bonos económicos, capacitaciones o vacaciones extras.

La gestión por objetivos ofrece grandes ventajas:

– Al crear un buen canal de comunicación se mejora la relación entre directivos y subordinados, permitiendo que todos los empleados aporten ideas para el desarrollo de estrategias que permitan alcanzar los objetivos.
– La retroalimentación permite que se descubran deficiencias de manera más efectiva, reconociendo contratiempos y cambiando estrategias de ser necesario.
– En tanto los empleados son tomados en cuenta y se vuelven consientes de la importancia de su trabajo, la productividad aumenta al generar altos niveles de compromiso en el desempeño individual, lo que al final del camino reduce costos de operación.
– La evaluación constante permite conocer el desempeño profesional de los colaboradores, logrando con ello que cada uno asuma su responsabilidad o dándonos cuenta cuando no lo están haciendo.
– Al propiciar la integración de todos los empleados, el trabajo en equipo mejora considerablemente.
Hoy más que nunca es importante tener muy clara la Misión y la Visión de nuestras empresas, adaptándolas a los nuevos tiempos. En base a estas se fijan los objetivos generales y desde ahí, como en cascada, los objetivos de los diferentes departamentos y de cada uno de los colaboradores.

¿Cuáles son algunas razones que impiden que este sistema funcione?

– No fijar objetivos y metas con toda claridad
– No tener un método de evaluación justo y objetivo
– Que no se cuente con la dedicación y esfuerzo de todas las partes involucradas
-Tener un sistema de liderazgo autoritario y centralizado
– No tener un sistema de comunicación efectivo

Los nuevos tiempos están obligando a la adaptación, a encontrar nuevas soluciones, a escuchar otras opiniones. Hoy más que nunca es importante trabajar en equipo, en uno motivado y que ofrezca todo su esfuerzo por un bien común, como lo es mantener fuentes de empleo que garantizan la productividad de las empresas.

Por Diana Gabriela León

La inteligencia competitiva es la aplicación de técnicas de análisis e interpretación para conocer la oferta del sector, la estrategia comercial de la competencia, las preferencias de los clientes, a nuestros proveedores y al mercado; un método que nos permite reaccionar a tiempo ante imprevistos y para anticiparnos a las tendencias.
Al vigilar a nuestros competidores podemos evitar sus errores, mejorar sus aciertos y superar los resultados.
La Sociedad de Profesionales de Inteligencia Competitiva (SCIP) la definen como un “proceso ético y sistemático de recolección, análisis y diseminación pertinente, precisa, específica, oportuna, predecible y activa, acerca del ambiente de negocios, de los competidores y de la propia organización”.
Es decir, la inteligencia competitiva nos permite:
1.- Anticiparnos a lo que va a suceder.
Por ejemplo, un especialista en IC podría anticipar lo que sucedería en materia económica a causa del COVID 19 ayudando a las empresas a tomar decisiones oportunas. No es que sean magos, simplemente hay que saber reconocer las señales al observar lo que está sucediendo en otros lugares.

2.- Innovar
Si se observa con detenimiento lo que está sucediendo a nuestro alrededor podemos ganar ventaja creando mejores productos o un modelo de negocio más acorde a los tiempos por venir.

3.- Reducir riesgos
Las inversiones podrán hacerse de manera más confiable, sin arriesgar en un producto, servicio, compra de maquinaria, etcétera, que no va a ser de utilidad por los cambios en el mercado.
4.- Tomar mejores decisiones
Al final del día este es el punto más importante si se lleva a cabo un método correcto de inteligencia competitiva.
¿Cómo aplicar la Inteligencia Competitiva?
La información es poder. Si logramos obtenerla y aprovecharla tendremos inmensa ventaja sobre nuestros competidores. Para obtenerla:
• Debemos actuar como detectives.
• Estar siempre buscando información sobre el sector de nuestro interés.
• Capacitar al personal para que siempre esté atento a lo que sucede en el entorno.
• Las personas encargadas de compras que observen, platiquen y analicen lo que hacen los proveedores.
• Los de ventas que escuchen con atención qué dicen y cómo se comportan los clientes. Y así con los diferentes puestos de trabajo.
Si la empresa es pequeña, tal vez una sola persona lleva a cabo todo el proceso. Esto puede ser más fácil para analizar los resultados. Si intervienen más personas es importante crear un método que permita que la información llegue de manera correcta y oportuna a quienes son los encargados de tomar decisiones. En casos de empresas más grandes es necesario designar personal especializado para esta función.

Existen muchos procesos metodológicos que vale la pena estudiar para encontrar aquél que más nos convenga para poder realizar un análisis eficiente, verídico, actualizado y oportuno para evitar, por un lado, la sobre saturación de información y por otro, reconocer cuando los datos provienen de fuentes no confiables.
Además existe un sinfín de herramientas tecnológicas que pueden ser de gran utilidad. No hay que dejar de utilizarlas. Unas son de pago y otras gratuitas. Entre estas se encuentran:
1.- Alexa
Proporciona datos de tráfico, clasificaciones globales e información en 30 millones de sitios web.
2.- Google Alerts
Un servicio de alertas personalizado que puede ayudar, entre otras cosas, a saber cuándo y cuántas veces es mencionada la competencia.
3.- BuzzSumo
Puede servir para conocer lo que los competidores están haciendo en redes sociales y descubrir qué cosas funcionan para ellos y qué cosas no.
4.- Prisync
Esta plataforma es principalmente útil si se tiene una tienda online, ya que puede ayudar a comparar los propios precios con los de la competencia.
Inteligencia Competitiva vs Espionaje
Aun cuando “vigilar” y “espiar” son sinónimos, en la práctica la vigilancia se asocia más con la observación, con enfocar el detalle mientras que el espionaje es asociado con acechar secretamente.
Bajo ninguna circunstancia la Inteligencia Competitiva puede compararse con el espionaje industrial.
La Inteligencia Competitiva solo obtiene información de manera legal; aquellos datos que son públicos, a los que cualquiera tiene acceso, y que simplemente son buscados y analizados de manera estratégica para usarlos a favor de nuestra empresa. Es una práctica lícita que ayuda a predecir qué está haciendo la competencia.
En tanto el espionaje se basa en la obtención de información a través de métodos ilegales provocando pérdidas en muchos casos incalculables a la empresa afectada por el robo de datos. Se puede dar a través de ciberataques, soborno a empleados o robo de altos ejecutivos.
Existen una enorme cantidad de ejemplos de espionaje industrial que han provocado hasta la quiebra de aquellas empresas que han sido vulneradas.
La inteligencia competitiva no debe usarse como un arma contra la competencia. Esto solo nos llevaría a actuar de manera reactiva y no proactiva. Toda búsqueda de información debe de ir de la mano con nuestros valores, tanto personales como empresariales. Debe actuar bajo un estricto código de ética para que en la búsqueda de información no dañemos a terceros utilizando prácticas desleales como el robo de datos.
Recuadro: La IC es una práctica de gran utilidad. No se lleva a cabo una sola vez. Es una práctica constante que, de realizarse de manera correcta, nos permitirá ir siempre un paso adelante teniendo como resultado crecimiento sostenido y competitividad perdurable.

Colaboradora: Diana Gabriela León

La inteligencia competitiva es la aplicación de técnicas de análisis e interpretación para conocer la oferta del sector, la estrategia comercial de la competencia, las preferencias de los clientes, a nuestros proveedores y al mercado; un método que nos permite reaccionar a tiempo ante imprevistos y para anticiparnos a las tendencias.
Al vigilar a nuestros competidores podemos evitar sus errores, mejorar sus aciertos y superar los resultados.
La Sociedad de Profesionales de Inteligencia Competitiva (SCIP) la definen como un “proceso ético y sistemático de recolección, análisis y diseminación pertinente, precisa, específica, oportuna, predecible y activa, acerca del ambiente de negocios, de los competidores y de la propia organización”.
Es decir, la inteligencia competitiva nos permite:
1.- Anticiparnos a lo que va a suceder.
Por ejemplo, un especialista en IC podría anticipar lo que sucedería en materia económica a causa del COVID 19 ayudando a las empresas a tomar decisiones oportunas. No es que sean magos, simplemente hay que saber reconocer las señales al observar lo que está sucediendo en otros lugares.

2.- Innovar
Si se observa con detenimiento lo que está sucediendo a nuestro alrededor podemos ganar ventaja creando mejores productos o un modelo de negocio más acorde a los tiempos por venir.

3.- Reducir riesgos
Las inversiones podrán hacerse de manera más confiable, sin arriesgar en un producto, servicio, compra de maquinaria, etcétera, que no va a ser de utilidad por los cambios en el mercado.

4.- Tomar mejores decisiones
Al final del día este es el punto más importante si se lleva a cabo un método correcto de inteligencia competitiva.

¿Cómo aplicar la Inteligencia Competitiva?
La información es poder. Si logramos obtenerla y aprovecharla tendremos inmensa ventaja sobre nuestros competidores. Para obtenerla:
• Debemos actuar como detectives.
• Estar siempre buscando información sobre el sector de nuestro interés.
• Capacitar al personal para que siempre esté atento a lo que sucede en el entorno.
• Las personas encargadas de compras que observen, platiquen y analicen lo que hacen los proveedores.
• Los de ventas que escuchen con atención qué dicen y cómo se comportan los clientes. Y así con los diferentes puestos de trabajo.
Si la empresa es pequeña, tal vez una sola persona lleva a cabo todo el proceso. Esto puede ser más fácil para analizar los resultados. Si intervienen más personas es importante crear un método que permita que la información llegue de manera correcta y oportuna a quienes son los encargados de tomar decisiones. En casos de empresas más grandes es necesario designar personal especializado para esta función.

Existen muchos procesos metodológicos que vale la pena estudiar para encontrar aquél que más nos convenga para poder realizar un análisis eficiente, verídico, actualizado y oportuno para evitar, por un lado, la sobre saturación de información y por otro, reconocer cuando los datos provienen de fuentes no confiables.
Además existe un sinfín de herramientas tecnológicas que pueden ser de gran utilidad. No hay que dejar de utilizarlas. Unas son de pago y otras gratuitas. Entre estas se encuentran:
1.- Alexa
Proporciona datos de tráfico, clasificaciones globales e información en 30 millones de sitios web.
2.- Google Alerts
Un servicio de alertas personalizado que puede ayudar, entre otras cosas, a saber cuándo y cuántas veces es mencionada la competencia.
3.- BuzzSumo
Puede servir para conocer lo que los competidores están haciendo en redes sociales y descubrir qué cosas funcionan para ellos y qué cosas no.
4.- Prisync
Esta plataforma es principalmente útil si se tiene una tienda online, ya que puede ayudar a comparar los propios precios con los de la competencia.
Inteligencia Competitiva vs Espionaje
Aun cuando “vigilar” y “espiar” son sinónimos, en la práctica la vigilancia se asocia más con la observación, con enfocar el detalle mientras que el espionaje es asociado con acechar secretamente.
Bajo ninguna circunstancia la Inteligencia Competitiva puede compararse con el espionaje industrial.
La Inteligencia Competitiva solo obtiene información de manera legal; aquellos datos que son públicos, a los que cualquiera tiene acceso, y que simplemente son buscados y analizados de manera estratégica para usarlos a favor de nuestra empresa. Es una práctica lícita que ayuda a predecir qué está haciendo la competencia.

En tanto el espionaje se basa en la obtención de información a través de métodos ilegales provocando pérdidas en muchos casos incalculables a la empresa afectada por el robo de datos. Se puede dar a través de ciberataques, soborno a empleados o robo de altos ejecutivos.
Existen una enorme cantidad de ejemplos de espionaje industrial que han provocado hasta la quiebra de aquellas empresas que han sido vulneradas.
La inteligencia competitiva no debe usarse como un arma contra la competencia. Esto solo nos llevaría a actuar de manera reactiva y no proactiva. Toda búsqueda de información debe de ir de la mano con nuestros valores, tanto personales como empresariales. Debe actuar bajo un estricto código de ética para que en la búsqueda de información no dañemos a terceros utilizando prácticas desleales como el robo de datos.
Recuadro: La IC es una práctica de gran utilidad. No se lleva a cabo una sola vez. Es una práctica constante que, de realizarse de manera correcta, nos permitirá ir siempre un paso adelante teniendo como resultado crecimiento sostenido y competitividad perdurable.

Colaboradora:Diana Gabriela León

Antes del COVID 19, sólo dos de cada diez empresas ya se encontraban aplicando aunque sea de manera parcial, la modalidad del Home Office o teletrabajo, como se le conoce en México.
Frase: El 80% de las empresas no tenían idea de cómo trabajar bajo este esquema cuando la pandemia los obligó a enviar a sus colaboradores a casa.
¿Por qué un plan de comunicación interna?
Es sencillo: porque ofrece confianza a los trabajadores, certeza sobre el camino a seguir, seguridad de que todos conocen los lineamientos para el cumplimiento de objetivos y la tranquilidad de que se compartirá la misma visión del negocio. Si mantenemos procesos efectivos de comunicación interna podemos evitar que la situación de crisis se vuelva aún peor. Hoy, más que nunca, es muy importante lograr una comunicación efectiva con nuestros colaboradores.
Para lograrlo es momento de ver hacía el interior. Más allá de nuestros planes de marketing y búsqueda de nuevas estrategias para atraer clientes, es necesario crear un plan de comunicación interno que permita se cumplan los objetivos y se logre trabajar de manera responsable y a la vez armoniosa. Es importante escuchar a los colaboradores e involucrarlos para llevar a cabo un nuevo análisis DAFO de la empresa (Debilidades y Fortalezas). Un diagnóstico adecuado será la clave para salir vivo de esta crisis.

El paso a paso de un Plan de Comunicación Interna para Home Office:
1.- Seleccionar los medios de comunicación
Normalmente las organizaciones tienen algunos medios para llevar a cabo su comunicación interna como correos electrónicos o boletines que son colocados en un lugar específico dentro de la empresa para que puedan ser leídos por todos los trabajadores que no tienen fácil acceso a la tecnología. Ahora, ante esta crisis que estamos viviendo, la comunicación puede ser mucho más complicada. Primero que nada, es necesario hacer un análisis sobre las posibilidades de cada uno de nuestros trabajadores; si cuentan con teléfono celular, con computadora y con Internet en casa. Una vez definido el medio, deberá informarse a cada uno sobre cómo será este proceso de comunicación. Dependiendo de las funciones que cada uno desempeña, la empresa tal vez deberá ofrecerles algunas herramientas.

2.- Gestionar grupos primarios
Los líderes deberán compartir la información a su equipo directo de colaboradores. De esta manera es más fácil llegar a todos los trabajadores.

3.- Generar confianza
En la medida en que nuestros empleados se sientan tomados en cuenta e informados sobre la situación real de la empresa, su compromiso crecerá proporcionalmente. No hay nada que le haga más daño a una organización que los rumores, generalmente creados por la incertidumbre y no necesariamente reflejando la realidad. Si un trabajador está desmotivado o asustado creyendo que va a quedarse sin empleo, su productividad disminuirá considerablemente. En cambio, si sus superiores le informan que la situación es difícil pero que se está buscando conservar los empleos, el trabajador aumentará su desempeño para ayudar a la empresa y lograr así mantener dicho trabajo.

4-.-Impulsar la motivación
En todo momento las personas necesitan ser reconocidas. La situación que hoy estamos viviendo incrementa la necesidad de saber que se es parte real de una organización y que sin importar cuál es la labor que se desempeña, ésta es tomada en cuenta. Reconocer el esfuerzo y dar valor al trabajo realizado generará también que los trabajadores, dicho coloquialmente, se pongan la camiseta.

5.- Establecer objetivos claros y medibles
Cada uno de los trabajadores debe tener claro qué se espera de él, y a su vez el empleado debe corresponder cumpliendo de manera oportuna con sus obligaciones. Las diferentes tareas a desempeñar deben tener tiempos claros y establecidos para ser cumplidos.

El teletrabajo nos está obligando a tener una comunicación mucho más eficiente. El trabajo a distancia, cuando no se está acostumbrado a desempeñarlo, puede provocar un sinnúmero de malos entendidos y malas prácticas. Trabajar desde casa no significa hacerlo a la hora que se quiera o como se quiera. Se debe procurar un espacio que contribuya a la concentración evitando las distracciones caseras. Por otro lado es importante establecer un horario de trabajo para uno mismo y los colaboradores; esto es parte importante de lo que debe contener el plan de comunicación interna. El hecho de encontrarse en confinamiento no significa disponibilidad 24/7 para los empleados; tampoco para directivos. Es importante tener tiempo de esparcimiento, de convivencia familiar y descanso.

El Home Office, el teletrabajo, llegó para quedarse. Sea de manera total o parcial, esta nueva realidad nos obliga urgentemente a elevar nuestra capacidad de adaptación. Entre más efectiva sea nuestra comunicación interna más fortaleza tendremos como organización y más certeza le daremos a nuestros clientes. Ahora, más que nunca, el corazón de las empresas es su gente.

Colaboradora: Diana Gabriela León/Licenciada en Ciencias de la Comunicación/

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