La globalización, la innovación y la transformación digital han favorecido a las mujeres abriendo nuevas oportunidades de desarrollo tanto en lo personal como en lo profesional. En la actualidad existen nuevas maneras de interactuar, por ejemplo; la pandemia demostró que se pueden hacer negocios a distancia y es así como las mujeres que ofrecen algún producto o servicio al utilizar la tecnología ya no tenían que salir de casa para ofrecer sus productos.
De igual manera encontramos que es más común tomar un curso, estudiar una carrera, maestría o especialidad a distancia, lo que ha acercado educación para todas las mujeres que por alguna situación no habían podido concluir sus estudios.
Sin embargo; así como la tecnología ha apoyado en el desarrollo de las mujeres, también se tienen retos que resolver como son temas de ciberseguridad, hoy en día no solo las mujeres, la población en general sufre de extorsiones, ataques cibernéticos afectando la seguridad e integridad de las personas. Y en ocasiones esto genera desconfianza para algunas personas obstaculizando el uso de la tecnología.
La tecnología ha tenido un impacto profundo en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Con la expansión del trabajo remoto y las plataformas digitales, más mujeres han podido combinar el trabajo con otras responsabilidades, como el cuidado de los hijos o el hogar, lo que ha facilitado su inclusión en la economía formal.
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las tecnologías digitales han ayudado a cerrar parcialmente la brecha de género en el empleo.

Otro de los ámbitos en los que la tecnología ha influido positivamente en la vida de las mujeres es la salud. Las aplicaciones móviles y las plataformas en línea han permitido que las mujeres tengan mayor control sobre su bienestar físico y mental. Por ejemplo; aplicaciones para hacer ejercicio desde su casa, apoyo nutricional, ayuda psicológica y legal, entre otros.
No obstante, con que la tecnología ha ayudado en gran medida al desarrollo de las mujeres, también podría ser un riesgo en el ámbito laboral, esto derivado del crecimiento y desarrollo acelerado en inteligencia artificial. Un gran número de actividades y tareas están siendo automatizadas y reemplazadas por un robot, por lo que es de suma importancia que las mujeres se transformen desarrollando nuevas habilidades y conocimientos
que no serán remplazados por un robot.
Debido a esto si queremos ir hacia un futuro inclusivo es esencial que las mujeres no solo sean beneficiarias, sino también protagonistas de estos cambios. La inclusión de más mujeres en campos tecnológicos, como la ingeniería, la ciencia de datos y la inteligencia artificial, es crucial para garantizar que las soluciones tecnológicas se diseñen teniendo en cuenta las necesidades y experiencias de las mujeres. Y me gustaría compartir con ustedes que un estudio del Foro Económico Mundial reportó que las mujeres son mejores programadoras de software o codificadoras, pero solo son consideradas así si utilizan algún pseudónimo que no revele que son mujeres. Por lo tanto; programas que promuevan la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para niñas y mujeres jóvenes son fundamentales para preparar a las nuevas generaciones para los trabajos del futuro. Asimismo, es esencial que los gobiernos y las empresas desarrollen políticas que promuevan la equidad de género en el acceso y uso de la tecnología.
En conclusión, para garantizar que las mujeres sigan beneficiándose de los avances tecnológicos, es necesario un enfoque inclusivo que aborde estas barreras y promueva la participación activa de las mujeres en todos los aspectos del desarrollo tecnológico. Solo así se podrá construir un futuro más equitativo y justo, donde la tecnología sea una herramienta al servicio de todas las personas, independientemente de su género.