
Sin duda, celebrar la llegada de un bebé resulta una gran fiesta. Todas nos llenamos de alegría al ver a esa pequeña criatura en nuestros brazos. Que cumpla un año es hermoso. Nosotras mismas al llegar a los 10 estamos viendo la vida que llega, la vida que nos sonríe. Hay quienes desean con ansiedad su celebración de 15. Luego llegamos con aires de libertad a los 20. Llega el padecimiento de los 30. Hasta enfrentar el umbral del quinto piso.
Para muchas mujeres, los cambios físicos, además de la menopausia y el climaterio, serán determinantes. Y entra, en algunas, algo de miedo. Tengo cincuenta, ¿y ahora?
Ahora es tiempo de hacer cambio de hábitos. Es tiempo de reflexionar sobre este momento que también debe estar lleno de alegría. Y lo primero que debemos poner en orden es nuestra alimentación y con ello nuestra salud. Ahora, además de visitar con mayor frecuencia a los médicos, debemos lograr que nuestra alimentación esté perfectamente balanceada, por eso debemos acudir con un buen nutriólogo para que nos brinde sus sugerencias. De entrada, haz a un lado comidas rápidas, comidas congeladas, exceso de grasa, exceso de sal, exceso de azúcares, cosas que deberíamos hacer a cualquier edad, por cierto, incrementar el consumo de verduras y equilibrar el consumo de carnes.
Haz un resumen de todos los logros de vida: ¿Cuáles eran tus metas hace 30 años, hace 20?
¿Cuáles has alcanzado? ¿Cuáles eran tus sueños de infancia, de adolescencia, de madurez?
¿Cuántos, cuáles y cómo se han realizado? ¿Qué te falta por hacer? Una vez con esa lista en mano, pregúntate cuáles vas a emprender ahora. Busca nuevas opciones de entretenimiento, busca nuevas capacitaciones, nuevos saberes. Busca otras amistades, para lograr emprender nuevos proyectos, nuevos objetivos. Estudia aquello que siempre llamó tu atención. Platica de aquello que tengas dudas en la vida. Si es posible, viaja a lugares en los que siempre has deseado estar y no has podido.
Para lo anterior, será necesario que organices bien tus finanzas. ¿Cómo andan los ingresos?
Recuerda que aún con mucha experiencia, nos pueden hacer a un lado. Por eso es valiosísimo generar acciones que te permitan solventar económicamente tus actividades, tu salud, tu comida, tu techo. No queremos que nos miren como una carga, por ello debemos establecer acciones que nos permitan estabilidad.
Además de la buena alimentación, será importante establecer una buena rutina de ejercicio. El cuerpo va perdiendo reflejos, nos cansamos más rápido, perdemos muchas fortalezas. Por eso es importante mover nuestro cuerpo. Desde caminatas de 30 minutos diarios, hasta incluir actividades como la danza, el yoga; también acudir a un gimnasio, y si está en tus posibilidades, recibir la guía de un instructor para que puedas mantener tu vigor.
Finalmente, no olvides mantener vivas las relaciones con tus familiares, deja que te visiten y visítalos. Tampoco olvides a tus amigas de antaño, a los viejos compañeros de escuela o de trabajo. La convivencia nos permite mantener mayor armonía y, por lo tanto, felicidad. Y por supuesto, sigue disfrutando tu sexualidad.