En el caso que les empecé a compartir en el número anterior, comentaba lo difícil que es para la familia propietaria, ajustarse no sólo a un nuevo líder tras el fallecimiento del fundador-director, sino, además, a que dicho líder sea el menor de entre el resto de los hermanos que por antigüedad (en orden de nacimiento en la familia y en orden de ingreso en la empresa) y experiencia en el negocio, “merecían” ese lugar.
Bueno, para que las relaciones entre los miembros de cualquier sistema, ya sea familiar u organizacional, funcionen armónicamente, se debe respetar para fines de las reflexiones de este artículo, una de las tres leyes básicas conocidas entre los especialistas sistémicos como Órdenes del Amor, basados en las enseñanzas del terapeuta alemán Bert Hellinger: Respeto por la Jerarquía.
En la vida como en todo sistema humano como lo son la familia y las empresas, está organizada a partir de un orden jerárquico natural basado en el tiempo y en el espacio: el que llega primero o antes que los demás, prevalece sobre los que llegan después. Cada uno tiene su lugar. Así, en las familias los padres tienen prioridad ante los hijos; el que nació primero, el mayor, tiene prioridad ante el que nació segundo, etcétera.
Cuando se violenta este orden; por ejemplo, en una empresa un empleado nuevo quiere ganar los derechos de otro que por antigüedad ya obtuvo, el sistema se desequilibra, se desordena y el acceso a la armonía, la fuerza, la salud y la riqueza es difícilmente alcanzable.
En el caso (real) que en esta ocasión abordamos, si bien los hermanos mayores tienen prevalencia sobre el menor, en el sistema organizacional eso no es suficiente, pues es clave, además, cumplir con un perfil específico para el puesto de dirección general el cual ninguno de los dos tenía. El hermano menor, bastante bien calificado en todos sentidos, ve cómo a pesar de sus esfuerzos y a los buenos resultados logrados en su gestión a lo largo del tiempo, no logra obtener el respeto ni mucho menos el hecho de que la hermana que aún trabaja en el negocio familiar, se le subordine… ¿qué hace falta?
El que ocupa su lugar de manera correcta tiene fuerza y está centrado. Los demás lo respetan porque se queda en su lugar, no va más allá, ni hacia arriba ni hacia abajo.
Los hermanos percibían soberbia y una sensación de que el hermano menor estaba queriendo ocupar el lugar del padre. El respeto por él llega a partir de reconocer humilde, abierta y honestamente, lo que sus hermanos mayores han hecho por la empresa familiar.
Por otro lado, recién conocí a Mariana, una chica de 26 años que a sólo un mes de la muerte de su padre y sin haber tenido acercamiento alguno a su negocio, hoy está tomando las riendas de éste como directora general. Sin más familiares propietarios capacitados (al menos de manera académica con alguna licenciatura) ni procedimientos formales de sucesión, con gran sensatez lo primero que hizo fue reconocer ante los familiares que trabajan en la empresa y el resto de colaboradores su agradecimiento y compromiso hacia el legado que su padre le dejó, solicitándoles su apoyo para sacar adelante los retos a los que todos como equipo se estarán enfrentando en los siguientes años y meses.
Organizó reuniones individuales con el personal clave (alrededor de 20 personas) para hacer un diagnóstico del “estado de las cosas” donde hizo énfasis en la importancia de respetar su trabajo y atender las necesidades para cumplir adecuadamente con sus funciones.
Su padre ostentaba un liderazgo autocrático donde su punto de vista e ideas siempre se imponían.
Hoy, el liderazgo de Mariana está dando un giro de 180 grados a la cultura empresarial; el ubicarse en su lugar de sucesora inexperta y humilde ante la realidad de las circunstancias, está dando como resultado el respeto y la lealtad tanto de la familia como del sistema empresarial.
Por Mtra. Marisela Serrano Varela
Consultora especializada para familias empresarias
Fortaleciendo familias, dándole continuidad a su legado empresarial
Contacto: Facebook. Marisela Serrano Consultoría. linkedin.com/in/mariselas. E mail. marisela@mariselaserrano.com, Cel. 333 808 3812.
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