Retos y oportunidades

Mi labor como consultora de empresas familiares en esta contingencia

Ha sido un largo y muy enriquecedor camino, en el que por la naturaleza de mi profesión original como psicóloga y terapeuta familiar complementada después con temas de gobierno corporativo entre otros, mi perspectiva hacia los negocios y específicamente a las empresas familiares sin duda es la persona humana involucrada en una dinámica familiar particular, pues además de que cada uno de sus miembros se desenvuelve y desarrolla con sus hermanos, padres y/o hijos, tienen en común un proyecto empresarial independientemente del rol que esté jugando en él, que como sabemos, puede ser el del fundador o fundadora, cónyuge, hija o hermana.

En prácticamente todos los casos, se da como prioridad el cuidado en la calidad de las relaciones familiares, y en esta contingencia cobra gran relevancia. El distanciamiento social pone a prueba no sólo la comunicación sino también los valores y la visión de futuro.
Para algunos negocios esta difícil etapa presenta grandes oportunidades por la demanda de sus productos y servicios y para otros, prácticamente es un reto existencial en el que la respuesta rápida e innovadora es urgente.

Según mi experiencia y la de mis colegas tanto de México como de España y de Estados Unidos, han reportado que quienes tienen una estructura sólida en sus órganos de gobierno es decir, cuentan con lineamientos claros sobre los derechos y obligaciones de los accionistas, un Consejo consultivo o de administración que tenga a su cargo el cumplimiento de la visión a futuro a través de estrategias bien diseñadas y por último una dirección general profesional que le reporte al Consejo de administración, son quienes en este momento se encuentran mejor paradas. Dichos órganos de gobierno permiten agilidad y eficiencia en el análisis de la situación actual, el diseño de planes de contingencia, su seguimiento y comunicación a todas las personas interesadas: los dueños, colaboradores, clientes, proveedores, etcétera. Y son los valores como indicaba más arriba, la brújula precisamente que permite gestionar la estrategia para salir antes de la crisis ya que en base a ellos además se protege la reputación del nombre, la marca, del apellido; al mismo tiempo que se buscan soluciones efectivas para proteger a los más necesitados: la familia extensa, los colaboradores y la comunidad. Por ejemplo, una familia se distingue por el valor del optimismo, entonces este valor podría regir una estrategia de “esperar lo mejor, planeando para lo peor”.

Mi papel como consultora entonces, es desde el Consejo de familia, restructurar la agenda y los asuntos que hay que atender para que en primer lugar se refuerce la contención emocional es decir, la percepción real, de que el espacio del Consejo de familia es un lugar seguro, en el que todos pueden expresar lo que les está pasando durante esta crisis, fortalecer el liderazgo para que claramente se tenga a una persona que esté comunicando tanto las necesidades como la información de ida y vuelta entre la familia, lo que sucede en la empresa así como los riesgos y las estrategias para proteger el patrimonio.
Es muy importante señalar que el trabajo en esta época (temporal) es la de vencer la batalla contra la crisis, sin dejar a un lado la guerra por la continuidad empresarial.

Un asunto que cobra relevancia es la gran oportunidad que ofrece la crisis que estamos experimentando para que la generación más joven (o NextGen) observe y aprenda la forma en la que los líderes, con sus experiencias previas, habilidades y sabiduría, diseñan los planes y estrategias para resolver todo lo que hay que resolver y salir adelante.

Por último, me gustaría subrayar que es normal que en estos momentos los y las líderes sobre todo aquellas que están al frente de la operación de sus negocios, están dedicando todo su tiempo, energía, experiencia y conocimientos para sobrellevar la tormenta, sin embargo, es muy importante que se hagan acompañar del Consejo de administración y si es que no existe una estructura formal por cualquier motivo, entonces reúnan a su equipo de trabajo, asesores y profesionistas con calidad moral para formar un COMITÉ DE CRISIS para que saliendo de esta situación y al voltear hacia atrás no se encuentren solas.

¡Si no has creado el tuyo, todavía es momento de hacerlo!

Por Marisela Serrano VarelaConsultora especializada para familias empresarias
Fortaleciendo familias, dándole continuidad a su legado empresarial
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