Sé una Changemaker – Liderazgo online

Manejar equipos de trabajo vía remota o en tiempos de Covid-19, podría ser un dolor de cabeza para aquellos que no han aprendido a soltar y delegar, coordinar y dirigir. Y que necesitan estar en control de todo y crecimiento de nada. Puesto que es una realidad el hecho de que, “Si quien lleva el equipo no confía en su capacidad, mucho menos confiará en la de los otros” generando un ambiente en el que pocos querrán trabajar o no darán los mejores resultados.

Obligados por la pandemia del Covid-19, el Home Office ha venido a invitarnos a crear una idea diferente del sentido del compromiso, la identidad empresarial, el liderazgo y la motivación profesional.
A consecuencia de lo anterior, algunas empresas han detectado que el Home Office funciona mejor de lo que esperaban, mientras que en otras ha sido declarado como infructuoso. Pero, a qué se deben resultados tan opuestos… ¿Tendrá algo que ver el tipo de liderazgo ejercido?, ya se planteaba esta hipótesis en el artículo anterior al desglosar los pros y los contras de trabajar en esta modalidad.

Es decir, si partimos de los hallazgos mostrados en dicho artículo, donde se mencionaron los siguientes tres puntos guía:
1. Los empleadores buscan disponibilidad aún fuera de horario laboral.
2. Existen casos en los que no cuentan con el material o herramientas mínimo-necesarias, y deben ser proporcionadas por los empleados, aún con su sueldo recordado.
3. Algunos más deben asistir a centros de trabajo o propiedades de descanso del jefe para hacer uso de instalaciones, y poder ser vigilados en sus tareas, exponiendo la salud de su capital humano.
Es fácil identificar que aproximadamente el 70% de los puntos negativos del Home Office son fallas de la empresa y del liderazgo del personal de mando.

A lo que francamente es comprensible que los trabajadores estén más preocupados por conseguir otra fuente de ingresos, ocupados de resguardar su salud y que simplemente no se sientan valorados o parte de un núcleo que, así como exige, no respalda. Si a esto sumamos la gran cantidad de colaboradores que se percataron de su reducción de salario ante el IMSS o que han visto despidos que no han sido llevados conforme a ley, viven en la incertidumbre, el estrés acumulado por la situación económica, laboral y de salud…obteniendo como resultado, un bajo desempeño laboral, así como repercusiones psicológicas de trascendencia.

Entonces es momento de cuestionarte, sí el modelo de liderazgo que ocupa tu empresa, es el ideal, o sí tienes conocimiento de la existencia del modelo que se ocupa entre tus mandos medios. Y si no tienes claridad de como responder las dos anteriores, has encontrado una gran área de oportunidad para desarrollar a tu capital humano e invertir en tu empresa.

¿Será enriquecedor hablar de un tema que pareciera ser trillado cuando lo que urge es que los que están en casa trabajen? Es una pregunta que a varios les ronda la mente, muchos que no invierten en capacitación porque la gente ya debería saberlo, y otros viven en estrés por que no confían en su equipo de trabajo…y que evidentemente no confían en su capacidad para dirigir a dicho equipo.
George Patton exponía que “Es mejor tener un ejército de asnos dirigido por un león, que un ejército de leones dirigido por un asno” Es muy probable que tengamos contratada a gente muy capaz y talentosa, pero mal dirigida.

La situación económica actual, la nueva cultura organizacional aunada a la nueva normalidad y la necesidad de que las organizaciones sean responsables socialmente, provocan que los métodos tradicionales de liderar equipos vayan cambiando. Es decir, necesitamos Changemakers a la cabeza de todas las áreas y de todas las empresas.

Y un elemento esencial para la comprensión del liderazgo es que el líder trabaja con personas, que piensan y tienen sentimientos. Extrañamente se tiende a confundir que al manejarnos con respeto perdemos autoridad, o que necesitamos ser altaneros y déspotas para que si no nos respetan al menos nos teman. Y entonces, si estas formas de pensamiento no cambian, por muchos talleres, lecturas y coaching, las cabezas de equipo no modificarán su actuar y no obtendremos resultados diferentes.

Es así como el líder al comprender que respetando individualidades podrá contactar mejor con cada uno de sus colaboradores, buscando ser la influencia positiva para todo el grupo, ayudándoles a llevar a término su propósito, a conseguir objetivos, a mantener un buen funcionamiento y a adaptarse a su entorno.

Considerando lo anterior, los líderes de hoy día no pueden prescindir de inteligencia emocional y empatía, estos deberían ser requisitos indispensables para dirigir personal, independientemente de su estilo de liderazgo.
Partiendo de que quienes manejamos personal, somos seres humanos, “Nada que sea humano, nos puede parecer ajeno” el panorama se muestra más claro, y por supuesto que es enriquecedor hablar de cómo dirigir al equipo de trabajo.

Los líderes que necesita la empresa hoy día, además de la nueva normalidad
Algo que pregunto frecuentemente a mis clientes y líderes de equipo es, ¿Qué cambiarías de tus primeros jefes, que te hubiera ayudado a llegar más rápido a este punto o más lejos? Y a pesar de encontrar variadas respuestas, casi siempre recuerdan a aquellos que les enseñaron, les acompañaron y ayudaron a crecer, y critican a los que gritaban para intimidar, amenazaban, castigaban o robaban ideas al tomar créditos que no les correspondían, solo por ser el jefe o la cabeza del equipo.

Un Changemaker es una persona que está dispuesta a generar pequeños cambios importantes en su entorno, que sumados con los de otras personas, generen un cambio muy grande y positivo a nivel global. No solo innova en planes de acción positivos para su entorno, también asume el riesgo y los ejecuta.

Y ahí está el punto medular, un jefe puede ser simpático, parecer amistoso e incluso ser adorado, pero jamás le permitirá a nadie crecer por temor a que le quiten el puesto o emprendan en el mismo giro que este (Recuerdan “Si quien lleva el equipo no confía en su capacidad, mucho menos confiará en la de los otros”). Mientras que un líder buscará todas las formas de hacer crecer a su equipo y a cada uno de sus integrantes, los líderes forman líderes. Y pueden ser gruñones o estrictos, pero serán empáticos y formarán Líderes, siempre.

Resumimos que, el líder también se hace. Así que comienza a invertir en tu capital humano y forma líderes.

A continuación, te presento 10 tips que podrían sumar mucho a tus colaboradores y a tu empresa:

1. Mejora la comunicación, permite que expongan sus dudas, temores y necesidades
Manéjalas con asertividad y respeto
2. Establece metas claras. Es importante que cada miembro sepa que se espera de ellos
3. Crea estrategias y horarios de trabajo funcionales y acordes a la nueva normalidad
4. Vigila que todas y todos tus colaboradores cuenten con las herramientas e información necesarias para cumplir con sus funciones
5. Confía en el talento y capacidad de tus colaboradores. Tú los elegiste directa o indirectamente
6. Evalúa el desempeño global de la persona, no solo a partir del inicio de la pandemia. Todos nos vemos afectados de distinta forma por las secuelas de la pandemia y revisa si puedes apoyar. No desperdicies el talento
7. Reconoce sus logros y entrega, ya sé que es su obligación y para eso se rentan. Pero el reconocimiento positivo incrementa la productividad.
8. Sostén reuniones de trabajo breves y concisas, solo cuando estas sean realmente necesarias y con la gente que sea indispensable citar
9. Recuerda que no somos dueños del tiempo de nadie, no rentamos tiempo de nadie, compramos los resultados del talento, entonces la meta en común debe ser el logro de objetivos empresariales
10. Se congruente. No solo hables de ello, ponlo en práctica

Recuerda que todos vivimos circunstancias distintas en esta nueva normalidad y que aun cuando no deben afectar a la empresa, está afectando. Comprende que esto tendrá un impacto emocional distinto en cada persona, de acuerdo con su personalidad, sus pérdidas y el apoyo que su segundo hogar (es decir su trabajo) les brinde.
Y entonces sí, el Home Office puede crear historias éxito para todas las empresas.

Por: Psic. Suhealy Sierra

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