La falta de motivación ocasiona pérdidas, conflictos y frustraciones.
Conoce técnicas que te ayudarán que haya orden, respeto y motivación.
Este tiempo de la pandemia trajo miedo, tristeza y desaliento, y vaya que la encuesta Mitofsky que se aplicó en los hogares de México el 12 de mayo nos lo confirma.
-74% siente preocupación
-49.1% padece ansiedad
-52% tiene aburrimiento
-24.7% presenta depresión
El confinamiento por causa del COVID 19 también es tierra fértil para desmoronarse emocionalmente. Cuando las cosas no salen como queremos, nos desmotivamos y a veces los líderes cometemos un grave error: “llorar para abajo”. ¿esto qué significa? Que les pasamos a nuestros subalternos o personas que dependen de nosotros nuestra tristeza o desaliento. La recomendación es “llorar para arriba”, buscar a una o varias personas que tienen un nivel mejor que tú o bien sabes que son un ejemplo de lo que necesitas ser y que puedan orientarte.
Ahora veamos ¿qué pasa en el ámbito laboral?
Según una encuesta de Gallup el 85% de los trabajadores en todo el mundo admite, cuando han sido cuestionados anónimamente, que su trabajo no les satisface y no se sienten comprometidos ni identificados con el mismo. “Muchas personas en el mundo odian su trabajo y especialmente a su jefe”, dice el informe.
En el año 2013, la revista Forbes informó de la encuesta diciendo: “el trabajo es más a menudo una fuente de frustración que de realización, para casi el 90% de los trabajadores del mundo”.La tasa es ligeramente mejor en algunos países, como Estados Unidos, donde “sólo” el 70% de las personas odian su trabajo.
Pero también hay incluso peores datos, ya que en China y Japón un impresionante 94% de los trabajadores manifiesta “no participar de su trabajo”, tienen estrés o burnout clínico (la OMS lo aceptó como enfermedad, que es agotamiento emocional o dispersión en el trabajo) siendo las tasas de suicidio tan terribles que impulsaron al gobierno de Japón a intervenir.
Gallup encontró que solo el 15% de los trabajadores se sienten comprometidos con sus puestos de trabajo.
El tiempo de pandemia también es un semillero del desorden. Cuando no hay orden no hay paz. El ser humano por naturaleza busca la paz, la tranquilidad, la estabilidad. Cuando no los tiene de manera sana, va a encontrarlos por donde pueda, incluye sustancias adictivas como el alcohol y otras que nos llevan al deterioro de la salud, la violencia, depresión, etcétera.
Pero les tengo buenas noticias, también el tiempo de la pandemia es un semillero para desarrollar el carácter. Les pongo el ejemplo de la familia, esta debe tratarse como un equipo. Si bien es cierto que hay capitanes y líderes que son comúnmente los padres, también los demás integrantes tienen elementos valiosos que aportar. Es necesario entender que las personas estamos en diferente nivel de desarrollo de carácter pero finalmente poseemos cualidades que están en desarrollo. Es por eso que debemos estar atentos a cómo se sienten los integrantes de la familia y tratar de solucionar sus inquietudes, dudas, problemas porque los hijos e hijas necesitan seguridad y dirección como veremos más adelante. Es tiempo de desarrollar creatividad, tolerancia, respeto, orden.
Las personas necesitan una motivación para vivir, para centrarse en sus objetivos. Hoy me quiero dirigir principalmente a los líderes porque estoy convencida de que no hay mal equipo, hay malos líderes. Las personas que están a la cabeza deben cumplir cuatro funciones. Deben proporcionar 4 elementos a las personas que están bajo su autoridad y son:
• Protección. Acción de impedir que una persona reciba daño. Los hijos e hijas deben estar convencidos de que sus padres o tutores los van a cuidar de peligros. Así mismo los empleados y empleadas deben ver a su superior como la persona que los que somos autoridad tenemos que estar al pendiente de los mínimos síntomas cuando las personas se sientan desprotegidas. Te debes hacer la siguiente pregunta ¿contigo las personas bajo tu responsabilidad se sienten seguras?
• Dirección. Dar certeza de hacia donde se dirige. Se deben dar claras las instrucciones y mostrar los caminos del punto hacia donde queremos llegar. Las personas a nuestro cargo deben sentir que saben a dónde van. Desde los objetivos como familia hasta las metas financieras que se establecen en las empresas. Responde a la pregunta ¿Las personas que están bajo tu cargo saben con certeza hacia donde las diriges?
• Provisión. El líder o la autoridad debe dar lo necesario para cubrir las necesidades básicas en caso de tu familia, o bien en el trabajo darle las herramientas y recursos para cumplir su trabajo. Es importante darles también capacitación y reconocimiento. Responde a la pregunta ¿has hecho promesas que no has cumplido? Seguramente contestarás que si. ¿Ves por qué se desaniman los que están contigo? Así que apresúrate a cumplir la promesa. Si no puedes entonces pide disculpas y restituye el daño. Puede ser que prometiste algo que ya no puedes cumplir, entonces ofrece algo que si puedas dar y enseguida.
• Corrección. Es necesario que las personas que están en autoridad redirijan los pasos de los que están bajo su cargo. Pero no con violencia, no con amenazas pero si se tiene que corregir. Responde a la pregunta ¿las personas que están a mi cargo saben que si se equivocan serán corregidos con amabilidad?
Las cabezas de las organizaciones, o bien las personas que dirigen un equipo llámese en la casa o en el trabajo continuamente se olvidan de motivar o agradecer al personal. Están pensando en solo cumplir los objetivos o las tareas urgentes que no se dan cuenta que las personas a su cargo piden a gritos mejorar el ambiente.
He aquí dos sugerencias:
• Practica el agradecimiento. Detecta que cualidad de carácter usó, comunícale cuando la realizó y dile porque te beneficio.
• Ponles retos o metas y premia o reconoce aunque sea solo elogiar en público.
